El país y sus habitantes en todo su mestizaje y contraste
  • Gustavo Rondón Córdova
  • 16 Sep 2021

Quería que se sintiera el país y sus habitantes en todo su mestizaje, en todo su contraste

Una película es en primer lugar una combinación de ideas, imágenes, sensaciones en la mente de quien la concibe. Gustavo Rondón Córdova, guionista y director venezolano, nos introduce en el universo narrativo que dio origen a la atrapante “La familia”.

En «La familia», Andrés es un padre soltero que trabaja duro para apenas sobrevivir en el barrio obrero de Caracas donde viven. En ausencia de la figura materna, apenas puede ofrecer cuidados básicos a Pedro, su hijo de doce años. Consciente o inconscientemente, el padre está también ausente, como si esperara que el hijo se criara solo, aprendiera solo, sobreviviera solo.
Contar una historia de varones en un país eminentemente matriarcal era la oportunidad de darle jerarquía al rol de la madre en la sociedad venezolana, usando su ausencia como metáfora y como fuerza silenciosa. Además, la idea de hablar de vínculos familiares viene de reflexionar y explorar acerca del papel que representa esa institución social en el complejo tema de la violencia en Venezuela.

«La familia» (2017)

De las historias que encontré durante el desarrollo del guión, que se repetían una y otra vez con semejantes reacciones y desenlaces, nacieron dos preguntas:
¿Es posible actuar distinto, enfrentar un evento violento de otra manera?
¿Se puede salvar la vida del afectado más allá de lo físico?

En un contexto hostil e individualista, Andrés y Pedro van a vivir una nueva circunstancia a partir de un hecho violento que la detona, la de tener que convivir otra vez, de conocerse nuevamente. Así se genera la posibilidad de un reencuentro, quizás involuntario. El primer paso podría ser reparar ese vínculo inmediato para quizás poder vivir una nueva existencia.

ACCIONES, REACCIONES
Cuando surgió «La familia» me interesaba enraizar esta historia muy pequeña e íntima a un contexto muy específico, muy palpable, uno que envolvía todas las decisiones de un ser humano, uno que por su complejidad forzaba a los seres humanos a vivir y reaccionar de maneras muy impulsivas, muy poco razonadas. Mi interés es explorar el efecto de la violencia y la impunidad en la manera de ser, pensar y reaccionar de los personajes. En estos tiempos, tenemos paranoia, somos agresivos y muchas veces queremos accionar a nuestra manera, como si fuera la única posible.

La película transita una línea elástica entre lo permitido y lo no permitido. Y nadie se cuestiona realmente si lo es o no. Cada personaje acciona a su conveniencia. Y el evento violento que detona la película nunca es planteado como un evento “condenable” propiamente. El padre escapa para salvarse de una venganza, pero no hay miedo a la ley. El miedo es al hombre que se ha vuelto contra el hombre, en un lugar donde nadie paga sus faltas. Los personajes actúan y reaccionan con su propia visión del mundo.

«La familia» (2017)

Al final, me ha interesado más generar preguntas que conclusiones. No podría condenar a los personajes; los aprecio y respeto mucho como para eso. Sin embargo, ninguno de los dos personajes escapa de su propia conciencia. Ahí no hay impunidad.

ACTORES, NO ACTORES
Cuando ideé “La familia” siempre quise crear una convención realista, cargada de elementos del contexto. Quería que se sintiera el país y sus habitantes en todo su mestizaje, en todo su contraste, en su personalidad chispeante y también en toda su aspereza, su dureza. Al igual que en algunos de mis cortometrajes, sabía que quería mezclar actores y no actores. Siempre busqué una mezcla de técnicas: llevar a los niños a un mundo donde pudieran interpretar con situaciones que les fueran afines y llevar a los adultos a reaccionar ante la espontaneidad, inocencia y realidad de los no actores.

Desde el comienzo decidí que Pedro debía ser un no actor. Quería la aspereza de la calle y tratar de encontrar ternura en la realidad. Andrés debía ser un actor porque quería una convención interpretativa, por más realismo que buscara.

«La familia» (2017)

Y el intento fue hacer desaparecer la técnica, la interpretación del actor y también el propio “ser” del no actor, generar simbiosis entre ambos. Y al tenerlos en el mismo terreno, quería que ambos estuvieran alertas, queobservaran, que reaccionaran el uno al otro, y respondieran con comportamiento, no con intelectualización. En “La familia” se genera una dialéctica entre dos seres humanos que están separados, solos, y mirándose en silencio, cuando el otro no lo nota, y que se acercarán de manera involuntaria, de manera inconsciente.

Era requisito de mi parte: todos los actores tenían que estar dispuestos a trabajar en la película sin leer el guion. Leerían sólo las escenas que interpretarían durante los ensayos previos al rodaje de ellas, que podría ser el mismo día o quizás un día antes. Evitaba con esto el diseño preconcebido de personajes en cuanto a la totalidad de la historia y que intelectualizaran y se aprendieran escenas que también como requisito las necesitaba flexibles. Todas las escenas las reescribía la mañana antes de rodarlas después de visionar el material rodado el día anterior.

«La familia» (2017)

sto fue sumamente provechoso para los actores, pero sobre todo para Giovanny y Reggie, quienes no se conocían prácticamente y que fue dentro del rodaje que empezaron a establecer una relación, que coincidía con la historia de la película.

GIOVANNY GARCÍA COMO ANDRÉS
Giovanny conocía la historia, el proceso. Y cuando lo invitamos a estar con nosotros no sólo estuvo dispuesto a hacerlo sino a rendirse a que pasaría por un proceso donde no vería el guion durante la preproducción y el rodaje.

Giovanny se entregó al proceso de no conocer los diálogos del guion y establecer una dinámica creativa entre Reggie, él y yo como director. Incluso los directores de casting, que trabajaron como coach para los no actores, los guiaban constantemente con el aprendizaje de los diálogos y el apropiamiento de las líneas que yo escribía. Luego Iba moldeando con Giovanny al personaje de Andrés. Era un proceso dinámico y la cronología del rodaje nos ayudaba. Además, yo conocía a Giovanny y sabía que era un tipo muy físico, que sabía de tareas y oficios, que sabía de bricolaje, de mecánica automotriz, y que también había servido mesas en un negocio familiar años antes. Entonces ninguna de las tareas del personaje le eran desconocidas. Yo sabía que él podría desenvolverse con naturalidad en las actividades y oficios del personaje y que aportaría esa textura de realidad a la película. Además,es un actor que no se preocupa de cómo luce ante la cámara. Quería una película hasta cierto punto “fisiológica”, que los personajes durmieran, comieran, sudaran, se esforzaran, se cansaran.

«La familia» (2017)

Ensayábamos cada escena antes hasta que la sentíamos real, hasta que la sentíamos con un ritmo que nos gustaba, que nos las creíamos, que nos emocionaba. Al momento de rodar, hacíamos muchos ensayos sin cámara, luego con cámara y luego rodábamos. Tuvimos que hacer muchas tomas. Luego de varios días de rodaje, el fotógrafo, Giovanny y yo entendimos que Reggie no entraba en situación sin la cámara, que los ensayos sin ella sólo servían para marcar ritmo, movimiento, posiciones, pero que no entraba en interpretación hasta que leponíamos la cámara enfrente. Entonces nuestro trabajo se volvió una complicidad entre el equipo del set, los actores y yo.

Giovanny también se sometió a una demanda que le hice: quería que durmiera y descansara poco, y que no se aseara tanto. Quería ver un desgaste progresivo del personaje. Más allá de que en la historia pasan apenas unos pocos días, la intención es que se viera una progresión física, que se viera el cansancio en ellos. Y el rodaje haría lo propio sobre Reggie, un niño de doce años, que creo que es sumamente distinto al final del viaje que vive su personaje, en su mirada, en sus gestos, en su cuerpo.

«La familia» (2017)

Andrés tiene como característica que sus acciones y reacciones no las mide, son como escupidas de la tierra. Y Buscamos que eso se tradujera a la interpretación a través de la fuerza física, la reacción, la espontaneidad. Y también de la contención.

Giovanny logró un Andrés que era un tipo seco, que mostraba fisuras y fragilidades y a la vez fuerza y ganas. Un tipo que, a pesar de su aparente debilidad, la cual se confronta constantemente contra la agresividad de los otros personajes, y que está lejos de lo que su hijo admira, exterioriza una fuerza importante para defender lo que él cree que debe defender.

REGGIE REYES COMO PEDRO
Realizamos un extenso casting en zonas humildes de Caracas, yendo a colegios, centros deportivos, lugares urbanos de baile, etc., muy a la par del scouting de locaciones. Buscábamos niños con fuerza en su imagen, en su mirada, con facilidad de verbo y que tuvieran mucho de los personajes que estaban escritos. La idea no era llevarlos totalmente a un mundo de la “actuación”, sino que pudieran ya tener texturas similares a los personajes e incluso aportarles. Otro elemento importante para nosotros fue que los chicos debían tener familiares que estuvieran dispuestos a acompañarnos a lo largo del proceso. Entonces también realizábamos una especie de entrevista a los familiares para asegurarnos que podríamos contar con ellos para la extensa fase que habíamos preparado.

Junto a los directores de casting, diseñamos un taller de actuación o más bien de aproximación actoral de seis semanas para los niños que pre seleccionamos. Era una propuesta provechosa para los padres y familiares: una actividad gratuita durante las largas vacaciones escolares. Una actividad perfecta para que estos chicos no pasaran tanto tiempo ocioso en sus casas y en los barrios de los cuales venían.

«La familia» (2017)

Estábamos en plena preproducción. Yo iba al taller varias veces a la semana sin que ellos supieran que era el director de la película. Teníamos una cámara de video para grabarlos y que ellos se grabaran a sí mismos. Yo Tomaba la cámara para hacerles pruebas y los directores de casting hablaban de mí como su ayudante.

A dos semanas de arrancar el rodaje, con la seguridad de que el niño protagonista saldría del taller, un día la cámara ya no pudo moverse, no pudo panear a otro niño, ya no pudo dejar de querer estar encendida. Ese día lo supimos. Miré a mis compañeros y algo nos había cambiado. Reggie Reyes estaba ahí parado, inmóvil, sólido. Suintuición ante el lente se concretó, su cuerpo se hizo fuerte, rudo, áspero, y a la vez tierno; nos generaba afecto, pero no piedad, no lástima. Queríamos conocerlo a través de la imagen, queríamos verlo transitar el mundo de nuestro protagonista. Teníamos al Pedro que habíamos querido desde el comienzo, que habíamos buscado por todas partes. Reggie era un niño seco, que conmovía por una gran fuerza en su personalidad e imagen y su cuerpo prensado y la niñez que aún mantenía en su mirada y sus juegos.

«La familia» (2017)

CARACAS
Caracas es una ciudad que moldea a sus habitantes. Quise hacerla un personaje. Quise usar lo real como disparador creativo, filtrarlo, y así construir el mundo de la película. En esta historia, un padre responde a su circunstancia cotidiana: un contexto que le exige trabajar mucho para apenas sobrevivir. Y ante la ausencia de la figura materna, usualmente la encargada de los menores de casa, es poco lo que se puede hacer para cuidar a este chico. Pero hay un personaje que es más grande, más complejo: el lugar donde viven es inmenso, lleno de gente, de realidades, de historias, de intereses, de seducción, de experiencias, de afectos. Es ahí en la calle, en sus espacios más públicos, donde Pedro y muchos chicos como él consiguen lo que no tienen en casa. En una sociedad donde la apariencia, el consumo y la impunidad son la moneda de tranza, los más jóvenes lo aprenden rápido.

«La familia» (2017)

Quería que los trabajos de Andrés fueran contradictorios con su propia realidad de carencias afectivas y materiales, que sirviera de radiografía a una sociedad en la que, en mi visión, todos los estratos se relacionan de manera parecida y viven realidades que en cierto modo se asemejan. Y es a través de la vivencia de Pedro en los trabajos de su padre que finalmente lo conoce, se entera de su mundo, se vuelve parte de él y se unen. Es ahí, en el trabajo, donde uno se vuelve como el otro. Bajo el mismo sol, son iguales y sólo se tienen el uno al otro. Pedro se pone unos lentes transparentes y reconoce que su padre está ahí. Y al Pedro aceptar la ayuda de Andrés, recibe el “premio” del jacuzzi, que servirá como lavado del cuerpo y del alma, y Andrés recibe el “premio” de la aceptación como padre, ambos sin consciencia.

Al final, la película objetivamente no cuenta si le dieron las maderas y los tubos para la construcción de una nueva casa. No se trata de eso. Se trata de que ellos, solos y sin juicios, construyen su nueva realidad, su nuevo futuro. Y no sabemos si será bueno o será malo. No importa ya.

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