Gustavo Galvão: Partitura inestable

Cineasta con una formidable obra que refleja el nuevo cine brasileño. Nove crônicas para um coração aos berros, A minha maneira de estar sozinho, A vida ao lado, Uma dose violenta de cualquier cosa y Ainda temos a imensidão da noite son películas que revelan caminos marcados por una asfixia existencial. Seres incomprendidos, e inmersos en territorios estancos, colman estas secuencias fílmicas y combaten ante lo impuesto.  

La soledad se exorciza, en la filmografía de Gustavo Galvão, estampando una colección de escenas en donde la cámara percibe y muestra la inestabilidad y la urgencia que amenaza a los protagonistas. La acción e inacción es un oxímoron que se incrusta en el cuerpo de estas historias. Los deseos y los fracasos constituyen un panorama que conduce a la reflexión y empuja a tomar cartas en los asuntos planteados.

Las vidas se cruzan en una distancia cercana. El epicentro y el centro se tensan marcando los conflictos de un cuerpo social retratado. La miseria acecha y una pulsión de vida escupe los rostros exigiendo alterar el estado de las cosas.  

El silencio, la lentitud vacilante, la melancolía y el desarraigo, el erotismo y la insinuación, forman parte de un cuadro contemporáneo pulido en estas cinco piezas. Este realizador, nacido en Brasilia, crea una partitura, con detalle, en donde la música quiebra con violencia la pantalla y genera un refugio para una generación entera.